Carta a los lectores
Crecemos escuchando y contando historias de todo tipo. Algunas muy viejas, otras no tanto, algunas muy reales, otras no tanto. Incluso cuando fantaseamos, tomamos partes de la vida diaria para armar nuestro relato.
Los seres humanos somos grandes historiadores encubiertos, incluso sin darnos cuenta, todos tenemos mucha habilidad para ello. Todos le contamos a alguien qué hicimos durante el día, cómo salió un partido, qué pasó en la novela o la película que vimos, cantamos temas conocidísimos de manera irrepetible, citamos frases famosas y episodios de diferentes series. Todos lo hacemos pero de diferentes maneras, cada uno da su propia versión.
Cada versión es producto de una interpretación, de una forma de percibir y de retransmitir algo. Como planteaba Karl Popper, nuestra observación se construye a partir de nuestros conocimientos previos, ya lo dice el dicho, “uno no encuentra lo que no busca y no busca lo que no conoce”. Si ampliamos nuestros conocimientos, podremos ver más allá, pensar en otras cosas y, tal vez, ser más felices. La realidad se construye socialmente y necesitamos desnaturalizarla, escuchar otras versiones, para poder elegir y cambiar lo que no nos gusta.
En cada edición de “Versiones”, juntamos algunas de esas interpretaciones que andan dando vuelta por el mundo, nos preguntamos sobre cosas de todos los días, buscamos algunas respuestas y sembramos algunas dudas.